martes

REALIDADES DE UN CONCIERTO

Un canto por la Paz, una glorificación que se desvanece desde esa absurda idea de acaparar la atención, de intentar rebuznar siendo una oveja y cientos de personas esperando el milagro que no fue prometido sino que fue sugestionado por esa glorificación llamada desde la peregrinación al templo de la riqueza. No es difícil comprender aquellos gritos que fueron acallados por la cárcel, por las cartas de advertencias, por las insinuaciones y rumores que la libertad es solo ese pedazo de pan que nadie difiere y el futuro, qué quedó del futuro, a dónde fueron a parar esas loas innecesarias de que provocarán cambios y que nunca llegan, esa manipulación arcaica de una sinfonía por aquellos secuestrados por esa guerrilla tan absurda como la ideología que costeó un concierto por la Paz.

Es doloroso ver como se ensucia el color blanco para esconder las debilidades, para esconder toda esa sangre que mana de las heridas de quienes luchan por la Paz verdadera. Ir por ese canto, no escuchar y prevenir aquellos comentarios, sentir la humillación de callar solo para estirar la mano y recibir millones innecesarios, esos que solo aumentan el bolsillo y que, por alguna razón no son tan mancillados legalmente como el dinero de los narcos, pero que debería ser lo mismo. El dinero del narco provoca dolor, muerte, separación, cárcel, adicciones y el dinero de los tiranos se genera de la explotación, de la esclavitud, de la falta de libertades, de saqueo de una nación para beneficio propio y genera sangre, genera odio, genera disputas y guerras, genera torturados, genera desaparecidos, genera separación de las familias. Yo no sé por qué no consideran este dinero como ilegal, sería bueno y terminaría con la estupidez de quienes reciben estos beneficios sin importarle el dolor de los demás.

Ni siquiera se puede comentar sobre el hecho de encender las luces y ver el escenario. Fue tanta la avaricia de los músicos o el egoísmo del tirano en no gastar más de esos recursos que tanto necesita el pueblo cubano y una simple tarima, un audio que apenas se escucho bien más allá de las trescientas mil personas, un sol que fue cómplice hasta la mitad de la tarde de los torturadores del tirano, desmayos, protestas personales, escases de agua y alimentos, y un pueblo que recibió ese circo con la alegría que siempre ha tenido, no con la alegría manipuladora con la que quieren presentarnos los resultados de este gran circo que no tiene otro rostro que el de esconder las necesidades económicas, sociales y civiles de todo un pueblo, que no tiene otro fin que dividir a un exilio cada vez más poderoso, pero dividido al final de cuentas y eso es el resumen de un concierto tan desconcertante como su propio slogan de paz sin fronteras. Cuba no tiene paz, tampoco tiene fronteras con nadie, es una burbuja cerrada por el capricho de un tirano que tiene miedos, que está enviando su familia al extranjero, que está comprando propiedades en diversos países, como si esperaran la muerte del viejo sátrapa para levantar el vuelo y disfrutar de un retiro por esos caminos del mundo donde siempre terminan los asesinos y tiranos.

No se puede hablar de ganadores y perdedores de un concierto que trajo mucha guerra y nada de Paz. Si se puede hablar de un gran ganador: el tirano quien logró su cometido de desviar por un espacio de tiempo la opinión pública mundial de la verdadera situación económica de la Isla, que logró dividir al exilio, que logró utilizar la opinión pública cubana en su propio beneficio al manipular las verdaderas intensiones de este exilio, de seguir dividiendo aún más la familia cubana. ¿Y el gran perdedor?: El gran perdedor es el pueblo cubano, quien pagará las cuentas de este derroche de recursos, quien recibirá recortes en la ya desvencijada canasta familiar, quien recibirá varios apagones no programados, quien recibirá toda esa verborrea de palabras donde el tirano cubano tiene la nobleza de traer artistas famosos para que el pueblo disfrute, tan solo les faltaría para la gran derrota final que el viejo sátrapa regrese a la televisión nacional y con su gran desfachatez proclame esa frase favorita de su cinismo… “Cuba, hoy día, es el país más democrático del mundo” entonces estaría completo el pastel.

Odios, resentimientos, discusiones, intolerancia, carencia de libertades, aumento de represión, cárcel, mezquindades, incomprensiones es todo lo que puede resumir este concierto por la Paz para los dos bandos y que quedará después: olvido, algún resentimiento y por supuesto la falta de libertades y paz del pueblo cubano…

5 comentarios:

Anastasia Expósito dijo...

Me uno a tus palabras, porque de tanto leer y responder preguntas que me hacen los chilenos sobre el patológico concierto, ya casi no me quedan palabras, además los efectos del concierto con las camisas sucias...todo eso me entristece y me produce impotencia. Gracias por tus palabras.

aserecubano dijo...

El domingo a mí el concierto solo me sirvió para llenarme más de odio hacia la manipulación de la dictadura, esa multitud de gente sin destino tuvieron la oportunidad que el mundo viera en primera mano que necesitan libertad, se la sirvieron en bandeja de plata, pero como siempre ellos prefirieron el camino fácil, callar y que el pariente mande dólares, apostaron por la falsedad, la doble cara, una vez más, como siempre, para que me voy a meter en líos si mañana me llega el dinerito del Yuma.
Ahora como premio les toca otro apretón de tuercas, ya el papel sanitario Granma lo vela en toda su retorica post concierto.
El bando de los malos como siempre somos nosotros el exilio. Los que madrugan para ganarse la vida, los que afrontamos volver a nacer el día que llegamos a este país con una mano delante y otra detrás, los que mantenemos nuestro estatus y pagamos nuestras facturas y por si fuera poco calzamos y vestimos a toda esa gente que en el concierto egoístamente olvidaron su deber, dar su grito de libertad, Aquí sí que no hay vida para los mareados.

Aguaya dijo...

Te entiendo, te puedo entender... más claro, ni el agua.

Aún así trato de pensar en positivo: se dijo en esa plaza la palabra "Exilio" por primera vez, la oyeron millones, ésta vez sin acompan~amientos secundarios ("mafia", gusanos", "contrarrevolucionarios", etc.) y se saludó a ese exilio, algo que de verdad me gustó mucho, y algo es algo, digo yo.

Se gritó "Libertad", sutilmente escondida entre letras de canciones pero se gritó... algo es algo, digo yo.

Se pidió por "una sola familia cubna", por primera vez también en esa plaza, algo que ni las mismas familias cubanas hemos sabido gritar o exigir... algo es algo, digo yo.

Pero siguen los presos, sin libertad, siguen las penurias, siguen el hambre de estómago y de de espíritu, siguen las divisiones...

Qué hacemos? nos quedamos ahí?

Saludos!!

Anastasia Expósito dijo...

Muy buena nota, hermano, muy clara y certera...me pliego a tus ideas.

Anónimo dijo...

Yo creo ke juanes y demas musicos ke tambien abian cubanos,han hecho algo muy lindo por la paz,pero como ustedes son tan innorantes y estupidos no entienden una mierda de esto,soy cubana,ME CIENTO MUY ORGUYSA DE SERLO,QUE DIOS VENDIGA A CUBA Y A TODOS LOS CUBANOSSSS,solo la GUSANERA ASQUEROSA DE MIAMI ESTA EN CONTRA DEL CONSIERTO KE HUVO,VIVA CUBA LIBREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

 
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