viernes

LO QUE DEBEMOS APRENDER
La nobleza y el valor humano de una sociedad no están condicionados a ningún sistema político. La política no crea el sentimiento. Los políticos se aprovechan de la nobleza para adueñarse del poder, condicionan sus campañas sobre los actos públicos beneficiarios de las grandes multitudes. Es una costumbre arraigada en una clase que cada vez se está distanciando más de la realidad. Fácilmente pueden ser catalogados como epidemias porque aunque se pueden erradicar ahí, quedan, latentes en la espera de la siguiente oportunidad. Pocos o casi nadie ha tenido la pureza del poder. La grandeza influye en el control, en la prepotencia que aparece apenas se adquiere el sabor de controlar con tus órdenes las voluntades. Está en la naturaleza humana, como lo está el romper las reglas en una sociedad, por lo segundo se va a la cárcel o se pagan multas, por lo primero nada pasa, los políticos no se juzgan a si mismo y no nacen las leyes más que de las disputas partidarias. Es la apertura bajo el telón o detrás de la opinión: “Quien inventa la ley, crea la trampa”. Es cierto todas las leyes tienen su punto débil, su cara más noble para ser quebrada desde la fortaleza del poder. Recientemente hemos podido “disfrutar” si es que se le puede catalogar de esta manera de riñas parlamentarias en algunos países. Lo curioso es que ninguno de estos distinguidos representantes de la clase política fue multado o encarcelado por este delito, tampoco han pagado el monto de los daños causados. Muy diferente sería si son los ciudadanos quienes arman la riña porque si son severos con ellos. Una sociedad posee la nobleza de su gente, de sus organizaciones ajenas a la fauna del poder. Son ellos quienes garantizan el funcionamiento de los diversos niveles y quienes con sus críticas, denuncias y poder masivo logran los cambios que se necesiten. En una sociedad como la cubana el poder está centrado sobre una figura, no existe el cabildeo político en las calles para conseguir una nominación. El cabildeo está en las relaciones que pueda cultivar cada político. La amistad, el proteccionismo, la adulación, el protagonismo son la base para estar en la cúpula del poder. La sociedad cubana ha sido despojada por años de las organizaciones no gubernamentales (ONG), las organizaciones que de manera tan efectiva controlan el manejo de la sociedad. Es por lo anterior que la sociedad cubana ha perdido ese rol protagonista que siempre ha poseído, esa nobleza que nace del desinterés. Se ha perdido el sentido de cómo funciona una colectividad. Por ello estamos viendo actos que nunca antes habíamos visto en la sociedad, no importando que sistema político esté, porque es tan cruel ver a familias separadas, a niños rehenes del sistema por la filiación política de sus padres. La sociedad cubana ha llegado incluso al abandono hospitalario, al poco cuidado en la higiene, a la incomprensión y respeto de los gustos personales, porque una cosa es que existan reglas sobre el uso social de un hospital y otra muy diferente es que se ignoren las quejas sobre el mal uso desprotegiendo a la mayoría de las personas. No hay excusas, no se necesitan grandes químicos, ni inversiones fabulosas, ni equipos que no pueden ser adquiridos por un embargo para que los hospitales cubanos, por solo citar un ejemplo, no estén limpios, no tengan en su personal la calificación adecuada para atender con decencia y ternura a los pacientes y a sus familiares. Este acto, o estos actos no son impuestos por nadie, son reflejos de lo que hace su clase dirigente. Por años el trato despectivo del tirano contra todos aquellos que se oponían a el. El acto de poder de hacer lo que se da en gana sin respetar leyes se refleja de manera directa en la población. La sociedad devuelve lo que ve, de una manera u otra: el trato despectivo, el maltrato de los trabajadores contra los usuarios o clientes son tomados de la misma clase dirigente. Por mucho respeto que quiere imponer no puede llegar un político y porque es ministro impone su vulgaridad sin que ocurra nada, pues lamentablemente así ha ocurrido en Cuba, la clase política impone su poder y la sociedad ha crecido sin valores morales propios del respeto ajeno, lo que ha conducido a una sociedad tan deprimente como la imagen de su tirano. Los cubanos que estamos luchando por la democracia en nuestra bella isla debemos ser cuidadosos a la hora de crear las bases de la nueva sociedad, debemos cuidarnos de que no regresen todas las malas prácticas del socialismo y que no lleguen las malas influencias del capitalismo, debemos crear una sociedad nueva, tampoco se trata de inventarla de la nada y moldearla al gusto de un político, sino de tomar las cosas buenas, las que benefician a las mayorías y fundirlas en una sociedad para el beneficio de todos, es lo menos que podemos hacer para devolverle la alegría a un pueblo que ha pasado tantas tristezas por la ambición de un tirano.

0 comentarios:

 
Copyright 2009 OPINION CUBANA. Powered by Blogger Blogger Templates create by Deluxe Templates. WP by Masterplan