LUCHEMOS CONTRA EL SECUESTRO

En todas las tiranías que han gobernado en el planeta en los últimos 50 años han existido los métodos persuasivos contra quienes con valentía se oponen a la imposición cobarde de las faltas de libertad en la sociedad. Muchos han sido y son los métodos que se han empleado para aplicar estas medidas cohersitivas pero el de secuestro express es el que persiste como denominador común en todas ellas.

Lo más terrible de estos hechos es que la práctica mediatica de esta "solución" alienta a la delincuencia a operar bajo los mismos preceptos y cometer delitos que, al igual que el citado, afectan el buen manejo de una sociedad.

Las sociedades de hoy día están regidas por leyes que, en cierto grado, nacen de un molde internacional. Existen sociedades que, a pesar de poseer leyes que amparan el derecho a la libertad no garantizan en lo más mínimo que sean aplicadas como tal.

La sociedad cubana, al igual que el resto de las sociedades, posee leyes que combaten este tipo de delito. Las leyes de una sociedad son aplicables o no pero son un arma de defensa que pueden ser utilizadas para luchar contra la misma sociedad o para obtener un mejor nivel de vida dentro de la misma. Cuando me refiero a un mejor nivel de vida me refiero a la tranquilidad de la sociedad contra actos que violan la propia constitución.

Yo sé que la sociedad cubana, como toda sociedad gobernada por una tiranía, no siente respeto alguno por la propia ley que la rige, a pesar de que en sus campañas propagandísticas nacionales e internacionales se empeñan en querer demostrar lo contrario. Es por ello que una de las mejores formas de combatir a la dictadura es utilizar sus propias armas de defensa contra ellos.

Esta serie de pequeños secuestros que están ocurriendo en la Isla en los últimos tiempos con mayor frecuencia necesita ser detenida. No se puede seguir permitiendo que lleguen un par de sujetos vestidos de civil y sin ninguna orden escrita que te detenga, que te haga subir en un auto y que, además de amenazarte y golpearte, te lleven por la fuerza hacia otro lugar dejándote varado en medio de la madrugada, sin medios económicos o de cualquier otro tipo para regresar a tu hogar. En cualquier constitución, incluyendo la cubana, este tipo de delito aparece tipificado como SECUESTRO y constituye un delito grave.

Es por lo anterior que la mejor manera de combatir y frenar estos secuestros es haciendo una denuncia en las estaciones de policía, para lo cual se debe estar alerta en anotar los números y letras de la placa del auto, el modelo de auto y recordar lo más que se pueda la fisonomía de tus captores. Al hacer la denuncia en la estación de policía no te dejes intimidar por la presión que ejercerán contra ti para que no la hagas. No debes decir que eran policías, simplemente acusalos de montarte por la fuerza, amenazarte y mantenerte retenido contra tu voluntad, lo cual es un secuestro. No olvides tomar el número de la denuncia. Hacer todo lo posible por obtener una constancia escrita de la misma y al terminar busca la manera de hacerlo público a través del internet o la prensa extranjera acreditada en la Isla.

Por la manera en que la policía política está actuando en los últimos tiempos estoy seguro que un gran número de estas denuncias llegarán a la prensa y la opinión internacional comenzará a hacer presión contra la tiranía quien no tendrá más remedio que dejarlas de hacer.

Lo importante es que estas denuncias se hagan, que se pueda demostrar que la tiranía está por encima de su propia ley. Cualquier delito que ellos cometan debe ser denunciado y para ello es necesario que se estudie el código penal cubano. Se sorprenderán cuantas veces se viola la ley por parte de los representantes de la tiranía. Al hacer efectiva la denuncia en las estaciones de policía y contar con el número de la denuncia o la negativa a tomarla tendremos en nuestras manos una nueva herramienta para combatir contra los poderes de la dictadura ya que a través de su falta de atención e imposición de la ley, porque es de sobra conocido que jamás encarcelarán a los secuestradores ni a los culpables, pero servirá para que la opinión pública mundial deje de ser atacada por esa campaña desinformativa del régimen castrista y comprenda la necesidad de presionar a la dictadura para que ponga fín a su régimen de terror.