Desde hace mucho tiempo vengo insistiendo en la unidad de todos los cubanos para lograr la tan añorada sociedad democrática que por tantos años le ha sido vetada a todos los cubanos. El poder de la unión es uno de los refranes más sabios y viejos que se conservan en la poderosa historia del saber. Luz y dignidad por sobre todas las cosas es lo que debemos lograr para enraizar en nuestras conciencias la idea de un cambio.
Poco a poco lo que a muchos aun le parece una utopía, tal cual como me han expresado cada vez que escribo sobre el futuro democrático de mi bella Isla, se va convirtiendo en realidad. Los desatinos y viejas prácticas de tomar el poder por la fuerza de las armas son instrumentos que cada se están oxidando en el rincón de los deseos obsoletos. Ya casi nadie quiere víctimas inocentes concecuencias de rencillas políticas por el poder.
No quiero criticar a quienes consideran estos viejos métodos como el único camino, pero tampoco está mi apoyo en esa práctica, pues como ya hemos podido ver el poder del futuro esta en la fortaleza del pensamiento, en la unidad de la mayoría para lograr los cambios deseados.
El mundo, y cuando me refiero al mundo, me refiero a los presidentes de casi todos los países prefieren cerrar los ojos o darnos las espaldas para evitar conflictos diplomáticos. Ellos no ven en nosotros la unidad, el deseo de una mayoría sino que nos ven como grupos dispersos, débiles que solo hacen bulla para mantener un estatus y no perder el juego. La tirania así lo quiere, así lo maneja, busca cada pequeño detalle que puede usar contra nosotros, crea grupos, disidentes y luego los presenta frente a la prensa con una sarta de pruebas falsas e inventadas que, en la mayoria de los casos surten efecto porque hasta hace poco ese declarante era un falso opositor que gritaba a los cuatro vientos su guerra y que se paseaba por las embajadas tratando de implicar a los gobiernos para luego ser un testigo clave en la manipulación diplomatica que mantiene la dictadura contra muchos países.
Por ello al ver, desde lejos, las manifestaciones por los derechos humanos en la Isla que acontecieron este fin de semana pasado, no puedo menos que sentirme orgulloso, lástima que la más cercana me quedara a más de cinco horas y que no podía ausentarme de mi trabajo, pero me sentí parte de muchas de ellas, ya que pude, a traves del internet seguir los detalles que, como es logico empezaron a llegar primero a traves de twitter, y luego a través de Facebook, para por último comenzar a leer las crónicas de muchos participantes en diferentes blogs lo cual, como ya dije me hace sentir muy orgulloso y feliz.
Fueron miles, también fue una de las primeras piedras en la unión, no importó el partido o grupo, tampoco importó si en verdad erán opositores activos o emigrantes, pues lo que se pudo ver, pese a la poca cobertura de la prensa, fue una fiesta, una emocionante multitud de cubanos que demostraron que el único camino para nuestra bella Isla es la democracia.
Tambien pude leer un par de trabajos donde como grandes desesperados no son capaces de ver un poco más alla de sus narices, piensan que una sola manifestación cambiará todo y no es así, esta nueva forma de lucha apenas acaba de empezar, hechos como la libertad de Pánfilo donde todos los cubanos coincidimos en denunciar nos demuestran que estamos tomando el camino justo, el sendero que nos llevara a una Cuba Libre y eso es lo que vale, para ello estamos luchando y no para ver que posición o partido tiene más poder, ya habra tiempo de fundar partidos, de crear plataformas políticas, de que el pueblo cubano se decida quien será su gobernante, lo que importa primero es derrocar a la dictadura y para ello el mejor método que podemos usar es la unión.
Quiero para concluir darle las gracias a todos los que pudieron participar en esta jornada de protesta pues como bien reza el dicho, ya se rompio el hielo, ya esta la brecha, ahora nos será un poco más fácil mantener nuestra esperanza en un cambio para nuestra bella patria.
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