Hay una canción de mi juventud que regresa a mi cuando hablo de paz, o cuando medito acerca de la guerra..."Solo le pido a Dios que en la guerra no me sea indiferente" Lo más llamativo de la paz es su sabor, su significado. Paz es el símbolo más sagrado de libertad, de tranquilidad, de amor. No se debe hablar de paz cuando el odio camina por las calles de la vida cargando su azadón de venganza o doble rostro.
La paz es para los seres humanos el mejor recurso para encontrarse en medio de una conversación amena, compartir un abrazo, un beso y es muy sencillo de lograr si no existe la amenaza de un odio, de un rencor pasado.
No hay espacio para sentirse libres si después del amanecer no sale el sol escribí hace varios años en un post que no recuerdo el nombre de la publicación que lo sacó a la luz pública, pero no tiene importancia ese hecho sino el valor de encontrarte a ti mismo sin censuras, sin miedos y sin esa paranoia que te obliga a sobrevivir en la tristeza y la amargura, he ahi el valor que posee el sol para nuestra razón de vivir.
He visto con dolor en los últimos días como nace la burla, como desaparece el sentido común de las personas, como se lanza al cesto de basura el respeto y los verdaderos culpables de esta desesperante humillación sonríen desde sus cómodos escritorios en sus empleos desonrosos. Me refiero a los funcionarios cubanos que, sin tener en cuenta el sentimiento de todo un pueblo han orquestado toda esta farsa, me refiero también a Silvio Rodríguez, ese trovador que en un tiempo pasado fue amigo y que, su ambición al poder y al dinero lo han alejado del verdadero camino que eligió en su juventud.
En cuanto a Silvio quiero ser más explicito para que no queden dudas, para que no existan malinterpretaciones pues no es mi intención formar una guerra, ni una polémica en torno a este tema. Silvio ,como muchos de los que nos conocimos en esa época turbulenta de los inicios de los ochenta ya era un trovador muy conocido, polémico, amigo, que jamás tenía un no para cualquier desconocido que se le acercara, y mucho menos tenía un no para sus amigos, una cuerda de guitarra, acompañarte en un recital de poesía, leer tus textos, una buena botella de Havana Club, un cigarro y que, por desgracia, ese boom de la Nueva Canción Cubana en la década de los ochenta comenzó a generar en él ese sentimiento egoista por el cual la mayoría de sus amigos le dimos la espalda. De sus "conciertos" en parques, en casas amigas a grandes y multitudinarias concentraciones, de simple politico de centro, con aquellos picarezcos y satirizantes cuentos contra el tirano a disputado del Poder Popular...Ahí comenzó su perdición total... Yo recuerdo que entre varios amigos de la época comentábamos: "hijeputado...inodoro adentro" y no dejamos de tener razón, pero, para ser sincero, no le critico su camino, cada quien tiene derecho a escoger su futuro y su forma de pensar y actuar, pero ocurre que para escoger tu camino no debes pasar por encima de los demás y aunque sé que muchos podrán pensar en que momento Silvio Rodríguez cruzó esa delgada línea de pasar por encima de los demás yo se los puedo decir.
A pesar de que esto ha ocurrido en varias ocasiones no es mi deseo extender este post para hablar de este tema y solo quiero referirme a la última ofensa de este trovador al pueblo cubano y me refiero a ser el "intermediario" de este bochornoso concierto por la paz de Juanes y sus amigos en Cuba.
Es una ofensa porque para cantar por la paz se necesita tener paz, nadie va al centro de un combate y se pone a hablar de paz. Las balas y la muerte danzan sobre las palabras y en este caso hay demasiado dolor, rencor, y represión que se apoderan de este ambiente como para que se hable de paz.
Yo no tengo nada en contra de que Juanes, Enrique Iglesias o el que así lo desee vaya a cantar a la Habana, es una decisión personal de cada quien hacer este viaje y cantar. Voy a poner un ejemplo muy sencillo: Dixie Gillespie considerado el mejor trompetista del mundo en todos los tiempos, ya fallecido visitó la Habana en varias ocasiones y jamás nadie le reprochó nada, nadie levantó su voz en contra de estos viajes del trompetista, por qué, muy sencillo, Dixie jamás tocó el tema político, jamás se ofreció para tocar por la paz, incluso cuando armó su fabulosa orquesta de la paz nunca visitó Cuba con ella, y eso se llama respeto, eso se llama honor. No se debe pasar por encima del sentir de todo un pueblo por el motivo que se elija, ya que no hay efuerzos para combatir las cosas malas, se debe tener al menos el decoro de no mancillar a quienes sufren por ellas.
Eso es lo censurable de este concierto, eso es lo que la mayoría de los cubanos que tenemos la libertad de opinar criticamos y no se trata de chanchullos, ni bretes políticos, se trata de respeto, eso es lo que estamos exigiendo, porque no se puede hablar de paz si no hay libertad de opinión, si no hay libertad de prensa, si los cubanos no tienen derecho a salir del país y entrar sin necesidad de pedir un permiso y esperar a que un caprichoso gobierno lo autorice o no, no se puede hablar de paz e invitar a todos los cubanos a disfrutar de ellas si no asisten a este concierto los presos políticos, los exiliados que no tenemos permiso para entrar a nuestro país, no se puede hablar de paz si los músicos cubanos no pueden tocar en este concierto.
Alguien quiere un concierto por la paz en Cuba, ahi esta la propuesta de Willy Chirino de dar un concierto en la Habana, donde él corre con todos los gastos para no causarle más enredos economicos a la desvencijada economía socialista. Este concierto sería dado sin restricciones políticas, donde todos los cubanos, los de la isla y los del exilio puedan asistir, donde nadie pueda censurar una canción, una frase, donde ningún medio de comunicación tendrá derecho a politizar este concierto, donde estarán los presos politicos disfrutando en libertad, donde habra libertad de opinión, donde nadie será despreciado por su condición social o política, donde estarán las damas de blanco, felices porque sus esposos, padres e hijos están en libertad disfrutando de este concierto. Lo anterior sería un concierto por la paz, donde el tirano anunciaria elecciones libres para que los cubanos puedan elegir su destino, ya sea comunista, de centro o de derecha, sin odios, rencores ni venganzas.
Como han podido ver hay mucha diferencia entre el concierto de Juanes y el de Willy Chirino, el primero un efecto propagandistico para limpiar la imagen de un régimen totalitario y arbitrario y el segundo un canto de amor, esperanza y sueños. A cual desean asistir, lo dejo a su elección, cada quien tiene una conciencia, cada quien tiene un sentido común, cada quien tiene una opinión política y hay que respetar lo que cada quien ha elegido, yo elijo la opción de Willy Chirino y doy en este post mi opinión política. No es mi intención ofender a nadie y mucho menos intento cambiarle a nadie su parecer, tan solo hablo de paz, amor y libertad para mi pueblo.
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