UN BLOQUEO MUY PROVECHOSO

El tema no es nuevo ni sorprende a nadie pero si tiene detractores y seguidores lo cual, a mi juicio, es muy correcto ya que esas prácticas monopolistas de la información o de una situación son tan antiguas y aburridas que ya nadie las soporta y mucho menos creen en ellas. Yo recuerdo esas reuniones que de pequeño me llevaban o se hacían en el aula donde al tomar una decisión la maestra o quien estuviera hablando decía: aprobado por unanimidad y yo me preguntaba: ¿y en qué momento se hizo la votación?

El bloqueo, que es el nombre que el tirano ha querido darle a este embargo, es una conveniencia total para el sostenimiento del castrismo en la Isla. Muchos han sido los errores que se han cometido tanto en el orden social, económico y político y por supuesto, como todo en la vida alguien tiene que cargar las culpas. Convenientemente el tirano ha responsabilizado de todos al imperialismo norteamericano y por supuesto al bloqueo.

Por años las diferentes administraciones norteamericanas han seguido la política absurda de mantener el embargo que, de ninguna manera, ha sido objetivo y mucho menos práctico para obligar al castrismo a abandonar el poder, sino que por el contrario los Castro han sabido aprovecharse de estas absurdas medidas para su beneficio propio.

La administración Carter quiso, en su momento, suavizar y llegar al diálogo con el dictador para lograr, a través de las conversaciones, que el dictador permitiera medidas más democráticas y Castro a su vez provocó, de manera indirecta, la salida masiva de cubanos por el Mariel, lo cual, a la larga fue uno de los motivos por los que Carter no obtuvo la reelección a la presidencia de los Estados Unidos.

La administración Clinton quiso exactamente lo mismo y comenzó a suavizar algunas de las medidas que componen este embargo y la oposición republicana, mayoría en el congreso en esa época, consiguió aprobar una ley presentada por el entonces senador Helm, quien proponía endurecer estas medidas para provocar la caida del tirano. Castro conocedor de que esta ley lo beneficiaría en su afán de mantenerse en el poder, realizó la provocación de derribar dos aeronaves civiles en aguas internacionales y obligar de esta manera al presidente Clinton, a firmar esa controvertida ley. Clinton, quien había declarado públicamente que vetaría esa ley, se vio obligado a firmarla, ya que conocía los antecedentes de Carter y no quiso entrar en ese juego político y poner en peligro su reelección.

Tuvieron que pasar varios años para que otra administración demócrata llegara al poder en los Estados Unidos y se decidiera a poner fin a este embargo, suavizandolo, en primer lugar, como gesto de buena voluntad y firmando nuevas regulaciones para que estas modificaciones pudiesen surtir efecto legalmente. El proposito ha sido muy claro desde que Obama anunció su candidatura a la presidencia y lo ha mantenido. Su gobierno quiere dejar en el pasado esta política errónea, que ha costado que una dictadura haya sobrevivido 50 años con el apoyo de muchos gobiernos, que se han dejado manipular por un tirano que esgrime como bandera, un criminal bloqueo del país más poderoso del mundo contra una pequeña isla.

Yo soy de la opinión que este embargo sea abolido, dejaría al tirano sin argumentos para culpar a otros de la ineficacia del sistema socialista, y de la incapacidad que los hermanos Castro han tenido para gobernar, pero eso sería una utopía, según un amigo, y yo pienso que esa utopía ha comenzado a parecerse a una realidad lejana. Por lo pronto, ya los cubanos que viven en el exilio podrán mandar paquetes por correo, enviar más dinero y gastar más en sus viajes a Cuba, hechos que como todos sabemos venía ocurriendo desde siempre. Por lo demás, como muchos cubanos, yo espero que el tirano suprima ese impuesto que tienen todas las divisas de un 20% que, como todos sabemos fue ocasionado por la restricción al envio de divisas que fue impuesto por el presidente Bush en su administración. Veremos que pasa, no creo en verdad que este impuesto sea eliminado, pues al tirano se le hizo muy cómodo recibir 20 centavos de cada divisa que entre al país, lo cual parece un buen negocio para ellos y una mala decisión para el país entero, pues además de que las remesas bajaron, el turismo, principal entrada de divisas del país, ha caido estrepitosamente porque Cuba, no es la unica Isla turistica en un Caribe, cada vez más competitivo, y ya casi nadie viaja a la Isla para ver un viejo régimen comunista en decadencia, y mucho menos si su dinero cuesta un 20% menos por la ambición de un tirano cada vez más viejo y decrépito.